La Virgen de Fátima fue traída desde Portugal, por la señora de Parodi. La imagen fue depositada en la casa de la familia de Tomás Nievas en barrio Sintonía, una tarde de otoño, allá por el mes de mayo de 1952, debido a una recomendación de la señora Esmeralda Rizzo Patrón y obedeciendo al deseo que estuviera en un barrio obrero.
Por varios años esta imagen fue venerada en esta casa donde se congregaban los vecinos para rezar el Santo Rosario y al conocerse la novedad hasta desde el barrio Argentino los vecinos acudían con flores para la virgen.
El párroco de ese entonces, José Luis de Murueta, llevó hasta la casa de la familia Nievas, todos los ornatos de misa y para los años 60 se traslado la imagen hasta una antigua construcción, contiguo a la casa de los Nievas.
Ubicada en el barrio Sintonía la Capilla consagrada bajo la advocación de la Virgen de Fátima fue inaugurada durante el trienio del padre Daniel de Ciudadela,
De acuerdo al informe trimestral de la Asociación de hombres de la Acción Católica Argentina, fechado el 24 de enero de 1960 y que corresponde al trimestre de octubre a diciembre de 1960 expresa en las actividades apostólicas que “se dice una misa los domingos, en un salón ubicado en barrio Sintonía, lejos de la parroquia.”
En cuanto a la habilitación de la capilla un documento ológrafo señala que el 4 de marzo de 1962 quedó librada al público con la primera mesa vespertina celebrada en la nueva capilla en barrio Sintonía, dedicada a Nuestra Señora de Fátima. El informe da cuenta que “siendo las 19.30 hs ya estaba colmada la iglesia de fieles venidos de distintos lugares para honrar la nueva imagen de Nuestra Señora de Fátima. Nuestros ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas de alegría al contemplar la madre del señor allí en el altar”.
La construcción era un antiguo galpón donde había funcionado un taller de carpintería, cuyo lote fue adquirido por vecinos del lugar (Rogelio Carignani y Alfaro Cáceres, quienes donaron el inmueble a la Curia) especialmente para dar catecismo a los chicos del barrio Sintonía, tarea a cargo de Fany Nievas; luego surgió la idea a través del Padre Ramiro en dar misa a los niños todos los domingos a la 8 hs.
Para restaurar el local se pidió el concurso de algunos socios albañiles, entre ellos Tomás Nievas y Palacezzi y el Zenón Damián Tulián quien trabajó en la construcción del porche de ingreso y ventanales proyecto de modificación que fue aprobado por el párroco Daniel de Ciudadela, lográndose remodelar el templo incluyendo la construcción de la torre del campanario, que fue reinaugurado el 8 de julio de 1964, por el obispo de la diócesis de Cruz del Eje Monseñor Enrique Pechuán Marín, en una emotiva ceremonia que fue seguida por una multitud de fieles.
El costo total de la obra fue de $ 180 mil, de los cuales 100 mil fueron aportados por la señora Viuda de Parodi y el resto por vecinos de La Cumbre y veraneantes, entre estos la familia Orallo, de la ciudad de Rosario, que donó todo el material desplegable para el techo del templo, aunque por motivos nunca aclarados esta reforma no se realizó como estaba prevista.
En este templo se celebran misas vespertinas todos los domingos y la fiesta patronal se celebra el segundo domingo de octubre de cada año.